Duelo de Espadas
Edmundo Dantés
No conforme con estar confrontado con una parte importante del marinismo real, con la mayoría del priísmo y con el SNTE, Javier López Zavala sigue utilizando su “habilidad” política para autoabrirse flancos de disputa y, en esta ocasión, lo hizo contra una de las organizaciones más sólidas, formadas y que siempre cumple su palabra: Antorcha Campesina, que acusa al zetita mayor de implementar en su contra una campaña de ataques y desprestigio mediante la manipulación de dos de sus presuntos empleados: Fernando Cuéllar Muñoz y Plácido Romero.
Por cierto, Cuéllar Muñoz también está involucrado en la casi sangrienta trifulca del miércoles en Coronango, debido a que encabeza – según algunos medios locales – la revuelta contra el edil panista Salvador Coyotecatl, aunque, como diría el clásico, “esa es otra historia”.
Los ataques del zavalismo contra Antorcha Campesina se deben a las manifestaciones y pronunciamientos que esta organización ha lanzado contra el precandidato del PRI al gobierno, porque como titular de Sedesol ha incumplido sus compromisos de apoyos y obra pública.
Para “castigar” al antorchismo, el zetita mayor hizo que uno de sus incondicionales, Plácido Romero (ex candidato en el 2006, por cierto, del partido zavalista ya desaparecido y nombrado oficialmente como Esperanza Ciudadana) le disputara el control político de la colonia Viveros del Valle.
Incluso, durante la sesión de Cabildo en que se donó un predio para que la SEP haga una escuela en la colonia Viveros del Valle, Plácido Romero estuvo a punto de lograr que se echara para atrás la donación, ya que se hizo el aparecido para emitir fervientes consignas contra la regidora antorchista, Soraya Córdoba, con la obvia intención de presentarse como el único gestor de los vecinos.
Fiel a la costumbre de dejar sus manos en cada triquiñuela o ataque político que ejecuta, López Zavala es tan identificado como el autor de la maniobra, que su regidor Gerardo Mejía, conocido en los bajos mundos como el plomerito, ya recibió la advertencia antorchista de que tendrá guerra si eso es lo que quiere.
Soberbio como es, el zetita mayor podría decir y hasta pensar ¿sabrá hacerlo? que no necesita el apoyo del antorchismo para obtener la candidatura del PRI y ganar en el 2010, debido a que ya cooptó a casi toda la burocracia partidista y, en especial, a los sectores y organizaciones poniendo a sus achichincles al frente de ellos: PRI estatal, CTM, CNC, CNOP.
Lo que el limitado raciocinio de López Zavala le impide ver es que los respaldos cenecista, cenopista y cetemista son mitos geniales y simulaciones, que a la hora de votar o manifestarse su fuerza se reduce al simple discurso político, a la colocación de mantas o a un inútil acarreo de 10 personas, incluyendo al dirigente en cuestión. ´
Además, por tradición, usos y costumbres, a la hora de las elecciones, la llamada bufalada priísta, compuesta por los sectores y organizaciones tradicionales del partido, respaldará al candidato postulado, sea quien sea, aunque se trate de un mico, chimpancé o babuino deportado directamente del sureste del país y pese a que – como ya se dijo – ese apoyo sea meramente discursivo y mediático.
En contraste, se puede estar o no de acuerdo con ella y sus métodos o acciones, pero no se puede negar que Antorcha Campesina es una organización real, con militantes de carne y hueso, movilizada e ideologizada que cumple con sus compromisos y que, por lo mismo, tiene una importante influencia social, política y electoral en varias zonas de la entidad.
Estocada
* Siguiendo con el tema de los ataques zavalistas a Antorcha Campesina, a continuación se reproduce un correo electrónico que dicha organización mandó a Duelo de Espadas para denunciar a Fernando Cuéllar Muñoz y evidenciar los lazos de éste con López Zavala:
LO QUE CUELLAR OCULTA
Qué persigue el Consejo Ciudadano de Huitzilan de Serdán? ¿Quiénes lo integran? ¿Por qué tiene como asesor a Fernando Cuéllar, conocido extorsionador y agente gubernamental, quien existe mediáticamente por la publicidad que le hace un diario local? ¿Quién patrocina sus quejas?
Esta es parte de la historia.
El sábado 27 de septiembre, en un domicilio particular del municipio serrano Huitzilan de Serdán se reunieron un centenar de personas con Fernando Cuéllar Muñoz, quien se promociona como defensor de derechos humanos de una “organización” de la que él es el único miembro, y si no lo creen que alguien vaya, toque la puerta del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos Joel Arriaga, a ver si alguien le abre.
El “gestor” capitalino convocó a hacer un frente contra Antorcha Campesina, organización que actualmente ostenta el poder en Huitzilan.
Para el domingo 26 de octubre, algunas personas que estuvieron en la reunión de septiembre ofrecieron una conferencia de prensa en la capital poblana, para anunciar la creación del Consejo Ciudadano de Huitzilan de Serdán. Cuéllar Muñoz, quien fungió como vocero, refrendó acusaciones contra Antorcha Campesina, atribuyéndole a sus agremiados una centena de asesinatos o “intentos de éstos”.
De lo que el supuesto defensor de los derechos humanos no habló fue del oscuro historial de quienes integran el Consejo Ciudadano: Miguel Cruz Hernández, presidente; Arcángel Arenas Cabrera, secretario; y Honorato Sánchez López, tesorero.
Miguel Cruz Hernández tiene cercanos vínculos con quienes son conocidos como los hermanos Tepet, Bartolomé y Domingo Melchi Santiago, procesados por homicidios en contra de simpatizantes de Antorcha Campesina, y exonerados por componendas políticas.
Arcángel Arenas vive en Petzmala y ha deambulado según le aprieta el hambre entre las filas del PRI y el PAN. En periodos electorales municipales ha colaborado con las campañas de Acción Nacional, y en los últimos meses trabaja en las Unidades Móviles de Desarrollo que promocionan al secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala.
En tanto, Honorato Sánchez, es un profesor de Zoyotla, quien hace algunos años acudió a solicitar ayuda de Antorcha Campesina para supuestas causas justas. Más tarde fue desenmascarado y desconocido por la organización, pues su único fin era utilizarla como puntal para mantener su cacicazgo en ese pueblo de Huitzilan de Serdán. Los campesinos de la región ya no le confían, pues hace algunos años recabó cosechas de café supuestamente para la cooperativa Tosepan (de Cuetzalan), pero al final no pagó el grano a los proveedores. Sus prácticas de corrupción también generaron que perdiera su puesto de trabajo en la Comisión Federal de Electricidad; la gerencia Zacapoaxtla de la paraestatal tuvo que despedirlo ante las quejas de los pobladores de Zoyotla por cobros indebidos.
Varias son las acusaciones realizadas por estas personas en contra de Antorcha Campesina, organización que sí tiene recuento puntual de asesinatos de sus simpatizantes en Huitzilan de Serdán: Bartolomé Tadeo Arellano, Ignacio Gómez Cipriano (presidente municipal), Francisco Luna Gobierno (presidente municipal), Ramírez Velásquez Gobierno (primer presidente municipal de extracción antorchista), Máximo de la Cruz Rivera , Gildardo Vázquez Teoapan y Jesús Juárez Flores, por citar algunos.
Cuéllar empleado menor
Fernando Cuéllar Muñoz lo mismo es carpintero, que ombudsman, extorsionador de comerciantes, defensor del patrimonio cultural, promotor de pasos a desnivel, laudero, que experto en el conflicto límites territoriales entre Puebla y San Andrés Cholula, entre otros oficios.
El Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos Joel Arriaga es el escaparate que se inventó para meterse en conflictos sociales y sacar una tajada, pequeña, porque la grande siempre es para sus patrones y su promotor mediático.
Bueno para cautivar, logró una alianza con el grupo de Eduardo Almeida, joven inteligente y trabajador que es utilizado por Cuéllar cuando necesita defensa de organizaciones que sí tienen respaldo social.
Sus andanzas por Huitzilan, las inició en la junta auxiliar de Totutla, en coordinación con caciques que vieron restado su poder ante Antorcha Campesina. Experto inquisidor, hay preguntas que se niega responder e incluso agrede a reporteros que le cuestionan: ¿Cuántas personas están en su centro de derechos humanos? ¿Por qué sus últimas “luchas” son invariablemente contra Antorcha Campesina? ¿Por qué organiza protestas y actos violentos a los que siempre llega tarde?
¿Cuánto dinero recibe de la gente que asesora como los locatarios del mercado San Diego Manzanilla en Puebla? ¿Cuál es su relación con Samuel Malpica (conocido por sus eternos pactos con el PRI y gobierno del estado? ¿Por qué se peleó con su compadre Alejandro del Castillo? ¿Cuál es la relación que tiene con el secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala? ¿Qué lo llevó a tejer una alianza con el ex presidente municipal capitalino Luis Paredes Moctezuma para promocionar sus obras?
Edmundo Dantés
No conforme con estar confrontado con una parte importante del marinismo real, con la mayoría del priísmo y con el SNTE, Javier López Zavala sigue utilizando su “habilidad” política para autoabrirse flancos de disputa y, en esta ocasión, lo hizo contra una de las organizaciones más sólidas, formadas y que siempre cumple su palabra: Antorcha Campesina, que acusa al zetita mayor de implementar en su contra una campaña de ataques y desprestigio mediante la manipulación de dos de sus presuntos empleados: Fernando Cuéllar Muñoz y Plácido Romero.
Por cierto, Cuéllar Muñoz también está involucrado en la casi sangrienta trifulca del miércoles en Coronango, debido a que encabeza – según algunos medios locales – la revuelta contra el edil panista Salvador Coyotecatl, aunque, como diría el clásico, “esa es otra historia”.
Los ataques del zavalismo contra Antorcha Campesina se deben a las manifestaciones y pronunciamientos que esta organización ha lanzado contra el precandidato del PRI al gobierno, porque como titular de Sedesol ha incumplido sus compromisos de apoyos y obra pública.
Para “castigar” al antorchismo, el zetita mayor hizo que uno de sus incondicionales, Plácido Romero (ex candidato en el 2006, por cierto, del partido zavalista ya desaparecido y nombrado oficialmente como Esperanza Ciudadana) le disputara el control político de la colonia Viveros del Valle.
Incluso, durante la sesión de Cabildo en que se donó un predio para que la SEP haga una escuela en la colonia Viveros del Valle, Plácido Romero estuvo a punto de lograr que se echara para atrás la donación, ya que se hizo el aparecido para emitir fervientes consignas contra la regidora antorchista, Soraya Córdoba, con la obvia intención de presentarse como el único gestor de los vecinos.
Fiel a la costumbre de dejar sus manos en cada triquiñuela o ataque político que ejecuta, López Zavala es tan identificado como el autor de la maniobra, que su regidor Gerardo Mejía, conocido en los bajos mundos como el plomerito, ya recibió la advertencia antorchista de que tendrá guerra si eso es lo que quiere.
Soberbio como es, el zetita mayor podría decir y hasta pensar ¿sabrá hacerlo? que no necesita el apoyo del antorchismo para obtener la candidatura del PRI y ganar en el 2010, debido a que ya cooptó a casi toda la burocracia partidista y, en especial, a los sectores y organizaciones poniendo a sus achichincles al frente de ellos: PRI estatal, CTM, CNC, CNOP.
Lo que el limitado raciocinio de López Zavala le impide ver es que los respaldos cenecista, cenopista y cetemista son mitos geniales y simulaciones, que a la hora de votar o manifestarse su fuerza se reduce al simple discurso político, a la colocación de mantas o a un inútil acarreo de 10 personas, incluyendo al dirigente en cuestión. ´
Además, por tradición, usos y costumbres, a la hora de las elecciones, la llamada bufalada priísta, compuesta por los sectores y organizaciones tradicionales del partido, respaldará al candidato postulado, sea quien sea, aunque se trate de un mico, chimpancé o babuino deportado directamente del sureste del país y pese a que – como ya se dijo – ese apoyo sea meramente discursivo y mediático.
En contraste, se puede estar o no de acuerdo con ella y sus métodos o acciones, pero no se puede negar que Antorcha Campesina es una organización real, con militantes de carne y hueso, movilizada e ideologizada que cumple con sus compromisos y que, por lo mismo, tiene una importante influencia social, política y electoral en varias zonas de la entidad.
Estocada
* Siguiendo con el tema de los ataques zavalistas a Antorcha Campesina, a continuación se reproduce un correo electrónico que dicha organización mandó a Duelo de Espadas para denunciar a Fernando Cuéllar Muñoz y evidenciar los lazos de éste con López Zavala:
LO QUE CUELLAR OCULTA
Qué persigue el Consejo Ciudadano de Huitzilan de Serdán? ¿Quiénes lo integran? ¿Por qué tiene como asesor a Fernando Cuéllar, conocido extorsionador y agente gubernamental, quien existe mediáticamente por la publicidad que le hace un diario local? ¿Quién patrocina sus quejas?
Esta es parte de la historia.
El sábado 27 de septiembre, en un domicilio particular del municipio serrano Huitzilan de Serdán se reunieron un centenar de personas con Fernando Cuéllar Muñoz, quien se promociona como defensor de derechos humanos de una “organización” de la que él es el único miembro, y si no lo creen que alguien vaya, toque la puerta del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos Joel Arriaga, a ver si alguien le abre.
El “gestor” capitalino convocó a hacer un frente contra Antorcha Campesina, organización que actualmente ostenta el poder en Huitzilan.
Para el domingo 26 de octubre, algunas personas que estuvieron en la reunión de septiembre ofrecieron una conferencia de prensa en la capital poblana, para anunciar la creación del Consejo Ciudadano de Huitzilan de Serdán. Cuéllar Muñoz, quien fungió como vocero, refrendó acusaciones contra Antorcha Campesina, atribuyéndole a sus agremiados una centena de asesinatos o “intentos de éstos”.
De lo que el supuesto defensor de los derechos humanos no habló fue del oscuro historial de quienes integran el Consejo Ciudadano: Miguel Cruz Hernández, presidente; Arcángel Arenas Cabrera, secretario; y Honorato Sánchez López, tesorero.
Miguel Cruz Hernández tiene cercanos vínculos con quienes son conocidos como los hermanos Tepet, Bartolomé y Domingo Melchi Santiago, procesados por homicidios en contra de simpatizantes de Antorcha Campesina, y exonerados por componendas políticas.
Arcángel Arenas vive en Petzmala y ha deambulado según le aprieta el hambre entre las filas del PRI y el PAN. En periodos electorales municipales ha colaborado con las campañas de Acción Nacional, y en los últimos meses trabaja en las Unidades Móviles de Desarrollo que promocionan al secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala.
En tanto, Honorato Sánchez, es un profesor de Zoyotla, quien hace algunos años acudió a solicitar ayuda de Antorcha Campesina para supuestas causas justas. Más tarde fue desenmascarado y desconocido por la organización, pues su único fin era utilizarla como puntal para mantener su cacicazgo en ese pueblo de Huitzilan de Serdán. Los campesinos de la región ya no le confían, pues hace algunos años recabó cosechas de café supuestamente para la cooperativa Tosepan (de Cuetzalan), pero al final no pagó el grano a los proveedores. Sus prácticas de corrupción también generaron que perdiera su puesto de trabajo en la Comisión Federal de Electricidad; la gerencia Zacapoaxtla de la paraestatal tuvo que despedirlo ante las quejas de los pobladores de Zoyotla por cobros indebidos.
Varias son las acusaciones realizadas por estas personas en contra de Antorcha Campesina, organización que sí tiene recuento puntual de asesinatos de sus simpatizantes en Huitzilan de Serdán: Bartolomé Tadeo Arellano, Ignacio Gómez Cipriano (presidente municipal), Francisco Luna Gobierno (presidente municipal), Ramírez Velásquez Gobierno (primer presidente municipal de extracción antorchista), Máximo de la Cruz Rivera , Gildardo Vázquez Teoapan y Jesús Juárez Flores, por citar algunos.
Cuéllar empleado menor
Fernando Cuéllar Muñoz lo mismo es carpintero, que ombudsman, extorsionador de comerciantes, defensor del patrimonio cultural, promotor de pasos a desnivel, laudero, que experto en el conflicto límites territoriales entre Puebla y San Andrés Cholula, entre otros oficios.
El Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos Joel Arriaga es el escaparate que se inventó para meterse en conflictos sociales y sacar una tajada, pequeña, porque la grande siempre es para sus patrones y su promotor mediático.
Bueno para cautivar, logró una alianza con el grupo de Eduardo Almeida, joven inteligente y trabajador que es utilizado por Cuéllar cuando necesita defensa de organizaciones que sí tienen respaldo social.
Sus andanzas por Huitzilan, las inició en la junta auxiliar de Totutla, en coordinación con caciques que vieron restado su poder ante Antorcha Campesina. Experto inquisidor, hay preguntas que se niega responder e incluso agrede a reporteros que le cuestionan: ¿Cuántas personas están en su centro de derechos humanos? ¿Por qué sus últimas “luchas” son invariablemente contra Antorcha Campesina? ¿Por qué organiza protestas y actos violentos a los que siempre llega tarde?
¿Cuánto dinero recibe de la gente que asesora como los locatarios del mercado San Diego Manzanilla en Puebla? ¿Cuál es su relación con Samuel Malpica (conocido por sus eternos pactos con el PRI y gobierno del estado? ¿Por qué se peleó con su compadre Alejandro del Castillo? ¿Cuál es la relación que tiene con el secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala? ¿Qué lo llevó a tejer una alianza con el ex presidente municipal capitalino Luis Paredes Moctezuma para promocionar sus obras?